
A mi nunca me dijeron nada, ni cuándo, ni cómo, ni porqué.
La tía Patricia, aún con su matriz infantil intentó explicarme, pero terminó
llorando y abrazándome, llenándome de lágrimas, amor, mocos y envidia. Mi
padre, tartamudeaba cuando quería hablar de eso, pero bueno, tuve que responder
mis propias preguntas. Ahora sé que las curitas no pararán el sangrado y me
dolerá al arrancarlas, también sé que las toallas femeninas tienen muchos químicos
y producen mucha basura, pero la copa señores, la copa es lo de hoy, al
principio me asustaba un poco la idea de meter ese vasito y llenarlo con mi fluido
carmesí. Descubrí que guardar tu sangre es muy importante, digo puedes abonar
tus plantitas, dar volumen y brillo a tu cabello, pero lo que nadie te dijo ni
te dirá (a excepción de mi) es que la sangre de tu tercer mes, en tu tercer día,
es un ingrediente clave para una pócima de amor, hubiera preferido que fuera
para generar más dinero, pero bueno. No me preguntes cómo lo supe, tú sólo
mezcla tu sangre con 3 ml de aceite de ortiga, 4 gramos de ceniza de pino, una
pizca de amapola (ojo, cuando lo mezcles piensa en tu víctima) frótalo en
cuello, manos y pecho. Siéntete libre de usar mi receta, te quiero.
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