
Señor Juez, le
digo, de veras queríamos que Juanito tuviera un cumpleaños a lo grande, usted
sabe lo mal que lo ha pasado este año y pues la verdad Francisco y yo lo
hablamos, aunque sabemos que nuestro capital no es muy bueno, ni estamos para
estos gastos, además que se viene la colegiatura y la tarjeta ya no tiene
fondos, pero aun así decidimos hacerle una fiestecita al niño, mire que hasta
chinita me pongo, por favor señor Juez, póngase en mis zapatos, y-y-y el asunto
ese del condón ¡ay Señor Juez! de veras que dejé hasta el último momento lo de
los globos y pues si son algo clave en las fiestas ¿no? Les da vida y color a las
celebraciones, Señor Juez, y-y-y pues lo único que se nos ocurrió entre la
presión de la fiesta y que todo saliera bien, pues fue comprar condones e
inflarlos, ay Señor Juez, ya infladitos ni se notan, nomas que si te queda
medio aceitosita la boca. Conseguí unos de colores y ahí estaban los niños fascinados,
mire Señor Juez, son criaturas bieeen inocentes, ni se dieron cuenta, señor
Juez por favor, no me quite a mi niño, yo sólo quería una buena fiesta para él.
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