Nostán

La hamaca se mece, el viento no está, se fue junto con todos los demás. Sólo ella y los otros objetos siguen en la misma escena del silencio. Los días largos y las noches espesas acaban poco a poco con la estufa guirpol, el ecsbocs de Ronaldiño o la alfombra dónde se vomitó Porfirio Diáz. Pero ahora todos están muy felices y contentos cómo Chuy y Mauricio. Ya no hay monigote que los toquetié ni que les den unos trancazos cuando se sientan descompuestos. Todos son felices ahora, ¿entiendes el peso de la palabra TODOS? ¡por favor ya no regresen!.

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